Desde el primer aniversario de la cafetería he usado una analogía para describir cómo es que visualizo el proyecto de Comicgram, esa analogía es: la escalada del monte Everest.
¿Por qué uso esta analogía? Primero porque escalar hasta la punta del monte Everest es una aventura que muy pocas personas logran completar. Y segundo, porque para escalarlo se tienen que hacer campamentos cada cierto tramo del camino para poder descansar, recuperar la energía y seguir adelante.
Comicgram es, para mí, el equivalente al monte Everest. Es un proyecto gigantesco, que no se va a completar de la noche a la mañana, y cada parte que conforma al proyecto entero representa un campamento en el camino a la cima.
A finales del 2019 cerramos la cafetería con la esperanza de poder avanzar un tramo más y establecer un segundo campamento más grande que nos permitiera empezar a planear lo que vendría para el tercero. Lamentablemente el 2020 fue como una avalancha que arrasó con todos los planes y ni siquiera nuestro primer campamento sobrevivió.
Ahora que ha pasado poco más de un año, hemos recogido las piezas y recobrado la energía, que la avalancha nos arrebató, para emprender de nuevo el viaje.
Por un lado me siento feliz de volver a preparar cafés y de convivir de nuevo con todas las personas que pasaron de ser clientes a amigos. Pero también me siento triste por el vacío que dejó mi papá. Volver a comenzar sin él me da miedo; pero aquí es donde recuerdo el mejor consejo que me dejó: que el miedo no te detenga. Porque para él podía haber muchas razones por las cuales no dar ese salto a la aventura, pero el miedo no figuraba como una de ellas.
Al final no sé si lograremos escalar la montaña y llegar al pico más alto. Lo que sí sé, es que no me daré por vencido tan fácilmente, este viaje no lo hago solo, hay un gran equipo a mi alrededor y muchas personas con fé en que esto funcione, nuestro objetivo principal es seguir adelante pase lo que pase hasta donde sea posible avanzar.